Los Petrograbados

admin 12/04/2024

Los Petrograbados ubicados en la colonia La Malinche, en Tula, un lugar para conocer un poco mas de la historia prehispánica de la región.

Los petrograbados, en Tula, no representan a la reina Xóchitl como algunos lugareños piensan, sino que se trata de un dúo de deidades: la diosa de la lluvia y los ríos, y el dios del viento, representados para pedir el agua antes de la temporada de cultivo, explicó el arqueólogo residente de la Zona Arqueológica, Luis Manuel Gamboa Cabezas.

En recorrido por la zona de petroglifos, el estudioso informó que los grabados se hicieron en el año 1475, lo que significa que ya no pertenecen a la época tolteca, sino que fueron hechos durante el poderío azteca y en ese periodo se hicieron otros que incluyen la necesidad de plasmar una deidad femenina y una masculina en un mismo sitio.

Esto a petición del huey tlatoani, razón por las que se encuentran grabados similares en el oriente de la cuenca de México, en Tenancingo; así como en el sur, en Xochimilco y Valle de Chalco.

En Tula se puede observar una mujer que lleva cargando maíz en su lado derecho y en el lado izquierdo una sonaja.

La deidad porta un penacho de plumas y a su lado izquierdo se observan remolinos, mientras que del lado derecho se mira un símbolo de fuego, los cuales representan los remolinos que se formaban en época de lluvia en el punto en donde se unen el Río Rosas y el Tula, sitio que se ubica cerca de los petroglifos.

Asimismo, la deidad va acompañada de lirios acuáticos, un quesquémetl y del lado derecho un símbolo que representa el elemento de la tierra, por lo que se concluye que es la evocación de la diosa de la lluvia que se relaciona con los ríos, la cual podría ser la esposa de Tláloc o su hermana.

Del otro lado se observa un ser antropomorfo que camina hacia adelante. Atrás de él hay una serpiente emplumada y la cabeza de la misma se ubica casi cerca de la cabeza del individuo, la cual tiene forma de pato, característica que se tiene identificada con Ehécatl-Quetzalcóatl, dios del viento.

La serpiente emplumada, al estar detrás de un personaje antropomorfo, simboliza poder y este poder es representado por los tecutlis (caballeros nobles) o de los huey tlatoani, que son las máximas autoridades del México prehispánico.

Además va acompañado de una fecha que es Uno Ácatl, que nos remite a la fecha de nacimiento de Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, aunque no necesariamente hace referencia a dicho personaje, sino que se refiere a que 1475 se relaciona con el uno Ácatl que se repite cada 52 años.

Entonces, se tiene a la deidad de la lluvia y del viento, ambos complementarios para que llueva. Ambas figuras miran al oriente, lo que significa que en el calendario prehispánico se les honraba en los meses de febrero, marzo y abril. Después eran cubiertos con pieles o textiles para evitar que fueran vistos hasta el otro año, por eso tiene orificios en la parte superior.

LA REINA XÓCHITL

El arqueólogo narró la breve historia de este personaje, quien junto con su padre descubrió a un roedor que bebía el aguamiel del maguey, lo recolectaron y lo dejaron fermentar, con lo que se formó el pulque.

Después se lo ofrecieron al rey tolteca y este quedó enamorado de la bebida y de la muchacha, por lo que la hizo su concubina y luego su esposa, convirtiéndose en reina.

Aunque breve, está historia nada tiene que ver con las representaciones que se tienen en L

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